Tradicionalmente se ha relacionado el arte como una
actividad sometida a unas normas o principios y que buscaba la belleza (esta concepción
fue valida hasta final de la mitad del siglo XIX). Hoy en día las artistas contemporáneas
buscan la emoción del público, una emoción que no siempre es gratificante, que
a veces lo que busca es golpearnos, removernos la conciencia, y la técnica en
algunos casos es secundaria.
Existe una responsabilidad pública la cual intenta
garantizar la igualdad de acceso, evitar la distorsión de las preferencias y
demostrar que existe un beneficio colectivo.
En el proceso de comunicación que se produce entre el emisor
y el receptor en el caso de las obras de arte no hay un mensaje único con un código
claro. Es cierto que el artista construye la obra con un significado,
consciente o inconsciente, pero el publico construye un significado nuevo al recibir
la obra a partir de la interacción de eso que ha expresado el artista con su
bagaje personal, su experiencia y su personalidad.
Las fases de creación de un producto cultural comienzan con
la creación pasando a una producción, mas tarde una distribución o comercialización
y por último el consumo por parte del público.
También existen unas líneas de acción o de intervención en
el mundo de las artes que son:
-Posibilitar el acceso a la creación.
-Respaldar a las personas creadoras.
-Difundir la creación.
Por último existe unos derechos de propiedad intelectual, es
decir un conjunto de derechos que corresponden a los autores y a otros
titulares respecto de las obras y prestaciones fruto de su creación, lo cual garantiza el control sobre el uso y la explotación de las obras.
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